Existen prácticas de riesgo, accidentes durante las relaciones sexuales (como puede ser un preservativo que se rompe) y/o situaciones de violencia que requieren de una herramienta de prevención de emergencia. Por suerte existe y está disponible en nuestro país y ¡es nuestro derecho poder acceder a ella! Se llama PEP: Profilaxis Post-Exposición.

El VIH sólo se puede transmitir por vías específicas (sanguínea, sexual y perinatal) y sólo a través de 5 fluidos: sangre, semen, líquido preseminal, fluido vaginal y leche humana. Para prevenir su transmisión es importante evitar prácticas de riesgo y conocer tu estado serológico. Sin embargo, existen situaciones de emergencia que requieren de otra herramienta: la PEP o Profilaxis Post-Exposición para el VIH. Esta es la única manera que existe en la actualidad de reducir el riesgo de infección luego de situaciones de potencial exposición al VIH.  

Acceder a la PEP es un derecho y todas las obras sociales y prepagas deben cubrirla de forma gratuita e inmediata. Tras la situación de riesgo de exposición al virus es necesario acudir al sistema de salud dentro de las primeras 72 hs. 

¿En qué consiste la PEP?

Se trata de un tratamiento a corto plazo con antirretrovirales (ARV) que detienen la propagación del VIH en el cuerpo. De acuerdo a la indicación médica, se debe tomar 1 a 2 veces al día durante al menos 28 días. No debemos olvidar que, como recomienda la Organización Mundial de la Salud, las primeras 72hs. Luego de la exposición son claves para que el tratamiento sea eficaz, por lo que se debe acudir al sistema de salud lo antes posible. 

Por ser una herramienta de emergencia, no reemplaza otros métodos de prevención como son los preservativos. Además, no previene de infecciones futuras por lo que nunca se deben dejar de tener los cuidados de prevención necesarios. 

Mientras más conozcamos nuestro cuerpo y sepamos qué prácticas son seguras y cuáles no, menos riesgos de transmisión del VIH habrá. Además, a la hora de mantener relaciones sexuales, debemos hacerlo sobrios. Al consumir drogas o bebidas alcohólicas nuestras prácticas son menos seguras. 

Es necesario una asistencia integral

Hacer un seguimiento médico los días posteriores a la indicación de PEP es una parte fundamental. Ya sea por posibles efectos secundarios, que no son graves y pueden ser tratados, o por posibles síntomas de VIH durante el tratamiento o una vez que este finaliza.

Otra etapa fundamental son los exámenes luego del tratamiento, para asegurarse que este funcionó correctamente. Estos incluyen la realización del test de VIH.

En el caso que la emergencia por la que se recurrió al PEP sea por haber sufrido una agresión física sexual, el sistema de salud debe garantizar:

  • Atención médica inmediata.
    • Información necesaria para tener acceso a la Profilaxis Post Exposición (PEP) para VIH antes de 72 horas desde la agresión.
    • Profilaxis contra otras infecciones de transmisión sexual (ITS). En este caso, se debe tener en cuenta las infecciones por Clamidias, Sífilis, Gonorrea, Trichomonas, Hepatitis B y HPV.
  • Atención psicológica, apoyo emocional y asesoría legal.
  • Interrupción del embarazo (si procede).

 

En Argentina existe una línea telefónica de Salud Sexualidad y Reproductiva, del Ministerio de Salud de la Nación, a la que se puede llamar sin cargo desde cualquier parte del país: 0800-222-3444. 

Tener acceso al sistema de salud es un derecho. Tener acceso a la PEP es un derecho. Recibir una asistencia integral, también lo es. Debemos conocer nuestros derechos y también conocer nuestro cuerpo y estado serológico. Así podremos actuar con responsabilidad, tanto por nuestra salud como cuidando y respetando a las personas que nos rodean. 

Prevenir el VIH es posible. Ante cualquier duda, realizarnos el test de VIH es la mejor opción. El test rápido es gratuito, seguro y confidencial. Para más información, visita: https://testdevih.org

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